Cirugía Refractiva: Todo lo que necesitas saber sobre esta intervención ocular

La cirugía refractiva es una técnica quirúrgica que se utiliza para corregir problemas de visión, como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Es un procedimiento seguro y eficaz que ha ayudado a millones de personas a mejorar su calidad de vida y su capacidad visual. Aquí te explicaremos todo lo que necesitas saber sobre este procedimiento.

La cirugía refractiva arregla problemas de visión
Procedimiento de cirugía refractiva

¿En qué consiste la cirugía?

La cirugía refractiva tiene como objetivo modificar la forma de la córnea para corregir los errores refractivos que causan problemas de visión. Se realiza mediante el uso de láseres de alta precisión que remodelan la córnea de forma controlada y segura.

Existen diferentes técnicas pero las más comunes son la LASIK y la PRK. En la técnica LASIK, se realiza un corte en la superficie de la córnea para levantar una fina capa de tejido, la cual se pliega para acceder al tejido subyacente, donde se realiza la corrección láser. Posteriormente, la capa se reposiciona y se adhiere naturalmente sin necesidad de puntos. En la técnica PRK, se remueve la capa más superficial de la córnea antes de realizar la corrección láser.

Ambas técnicas tienen excelentes resultados y los pacientes pueden ver mejoras significativas en su visión desde el primer día después de la cirugía.

Se realiza generalmente en un entorno ambulatorio y es relativamente indolora. Se requiere anestesia local para adormecer el ojo y se administra un sedante suave para ayudar al paciente a relajarse durante el procedimiento. La duración del procedimiento varía según el tipo de cirugía y el paciente, pero por lo general dura entre 15 y 30 minutos por ojo.

¿Soy un candidato adecuado?

No todas las personas son candidatas, ya que cada caso es único y depende de diversos factores. Para saber si eres un candidato adecuado, deberás someterte a una evaluación ocular completa con un especialista en cirugía refractiva, como el Doctor Luis Fernando Dueñas.

Entre los factores que se tienen en cuenta para determinar si eres candidato para la cirugía refractiva se encuentran:

  • La edad: generalmente, se recomienda después de los 18 años, ya que su visión se habrá estabilizado.
  • La salud ocular: se deben descartar patologías oculares, como glaucoma, ojo seco severo, problemas en la retina o nervio óptico, que puedan afectar el resultado de la cirugía.
  • El grosor de la córnea: Se necesita una cantidad mínima de tejido corneal. Si tu córnea es demasiado delgada, es posible que no seas candidato.
  • Rango de defectos refractivos: en general, la mayoría de los defectos refractivos pueden ser corregidos mediante diferentes técnicas, dependiendo de factores como la edad, graduación del defecto refractivo y actividad laboral. La cirugía refractiva con láser es la técnica más utilizada para revisar estos defectos.

¿Cuáles son los beneficios?

La cirugía refractiva puede ofrecer una serie de beneficios, incluyendo:

  • Reducción de la dependencia de gafas y lentes de contacto. Esto, a su vez, puede hacer que las actividades cotidianas sean más fáciles y cómodas.
  • Mejora de la calidad de vida. 
  • Resultados rápidos: La mayoría de las personas experimentan una mejora significativa en su visión dentro de unos pocos días después de la cirugía.
  • Resultados duraderos.

Puedes conocer más sobre los beneficios aquí.

Cuidados después de la cirugía refractiva

Los cuidados posteriores son muy importantes para garantizar una recuperación adecuada y minimizar los riesgos de complicaciones. Aquí hay algunas pautas generales que se deben seguir después de la cirugía:

  • Descanso: Es importante descansar los ojos después de la cirugía. Debes evitar el ejercicio intenso y cualquier actividad que pueda hacer que tus ojos se esfuercen demasiado. También es importante evitar acostarse sobre la espalda o sobre los ojos durante los primeros días después de la cirugía.
  • Uso de gotas oculares: Después de la cirugía, te recetarán gotas oculares que deberás usar regularmente para prevenir infecciones y ayudar a que tus ojos se curen. Es importante seguir las instrucciones de tu médico y no saltarte ninguna dosis.
  • Evita frotar los ojos: Durante las primeras semanas después de la cirugía, es importante evitar frotarse los ojos o ponerse cualquier tipo de presión sobre ellos. Esto puede interferir con la curación de la córnea y aumentar el riesgo de complicaciones.
  • Protección solar: Es importante proteger tus ojos de los rayos UV después de la cirugía refractiva con gafas de sol, especialmente durante los primeros meses después de la cirugía.

Si quieres conocer más sobre los cuidados posteriores a la cirugía refractiva, puedes leer más aquí.

En resumen, aunque la cirugía refractiva es generalmente segura y efectiva, como cualquier procedimiento quirúrgico, hay algunos riesgos asociados con ella. Si estás interesado en corregir defectos de tu visión con este procedimiento, te invitamos a agendar una cita aquí con el Doctor Luis Fernando Dueñas para discutir riesgos y un plan de acción según sea tu caso. 

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